Hace algunas semanas que me siento un poco desasosegado con la cámara. La miro, la sopeso... pero no es lo mismo. Soy lo suficientemente mayor como para darme cuenta de que la pobre máquina no tiene ningún problema, es algo en mi cabeza que tiene que reencontrarse con su propio foco. Por suerte, para mí, siempre hay felicidad mas allá de las circunstancias. Salir a pasear con #lunachan me proporciona siempre un punto de vista especial. Me recuerda de lo realmente importante que es poner la rodilla en el suelo. Esa rodilla cambia por complerto mi punto de vista sobre las cosas, y me acerca sin duda a la imagen que voy buscando en cada momento. 

Canon 1D mk IV - 24 mm - 1/200 seg en f/14 ISO 1600.