Un año nuevo comienza y, si bién la renovación es algo bueno, hay siempre pautas del anterior que gusta conservar y tener en cuenta. Una vez más, este mes de Enero es un momento de preparación. Tradicionalmente lo suelo dedicar a inventario, reposición de material, llevar a cabo algún cursillo de reciclaje y remodelar en lo necesario el equipo humano que tiene a bién acompañarme en mis aventuras fotográficas. Estos son los días sobre los que acabo asentando mi trabajo de todo el año, y es bueno para mí dedicarle tiempo a esa tarea para no perder la perspectiva de las cosas.
2012 ha sido apasionante en lo profesional y en lo personal. Las caras que me han acompañado, aunque hayan sido fugazmente me han enseñado muchísimo, algo que siempre agradezco. También he tenido buenísimos momentos profesionales. Ver consolidarse una nueva edición de la Pasarela Larios, el desarrollo constante del certámen de Linda y Guapo y todos y cada uno de los retos que he tenido que superar me han llenado muchísimo, al tiempo que he podido ver crecer dos nuevas generaciónes de modelos en la academia y centrado un poco mi lugar en este mundillo de la moda y publicidad que, como retratista privado y corporativo conocía un poco menos. Un balance mucho más que positivo para un año con 5 estrellas.
En lo social, he aprendido mucho de las relaciones entre las personas que viven de esto y si bién 2012 me ha abierto estas nuevas puertas, 2013 me debe situar en la postura mas apropiada. Por consiguiente, este año he decidido limitar los trabajos y proyectos que asumo. Fotografiar es pasión, y me siento un poco incómodo ante la dinámica que se está poniendo de moda del fotógrafo estrella que tiene que ser el protagonista en todos lados y el amigo de todo el mundo. He observado con cuidado a varios de estos personajes y si he sacado algo en claro es que yo no deseo ese camino para mí. Me gusta demasiado lo que hago como para perder mi tiempo tratando de ponerme por encima, por el lado o delante de nadie, y tengo también suficiente orgullo y amor propio para dejar de verme como la persona que soy. Lo siento, pero no. Yo no soy arisco, pero sí reservado. No me gusta que las personas den por hecho las cosas que me implican antes de conocer mi opinión al respecto porque provoca, a menudo, decepciones. Sobre todo porque, desde muy pequeño me han enseñado a decir "No" cuando no quiero decir "Sí" como un derecho irrenunciable. Así que si tienes algo que consultarme o proponerme, no te ofendas si por unas u otras no puedo satisfacer tus expectativas. Quiero aprovechar estas líneas para dejar muy claro que eso no va en absoluto conmigo.
Esto hay que dejarlo claro, dado que será uno de mis ejes profesionales una vez más. Tengo muchos defectos como persona, lo reconozco. Uno que me gusta especialmente es que me aburro de ver como una sonrisa abierta que trae una petición se trastoca en un gesto amargo y de desdén ofendido cuando mis propias necesidades me aconsejan declinar amablemente. Considero una falta de respeto que alguien dé por hecho que no tengo mis propios caminos que recorrer y que recordárselo sea considerado como una ofensa personal. Ya crecí demasiado para eso y procuro poner tierra de por medio con las personas que se comportan así.
Por lo demás y recién comenzado, 2013 me ha traído ya un par de sorpresas realmente agradables que confío en poder compartir contigo que me lees y sigues las peripecias de este pobre hombre con una cámara siempre en la mano. Estoy seguro de que habrá cosas que te harán reír o, al menos, te permitirán reflexionar sobre este mundo extraño en el que vivo.
Te dejo mi promocional de Enero de 2013, el primero del año, y te deseo lo mejor para estos días tan duros pero tan prometedores que están por venir. Yo soy un humilde fotógrafo al que le encanta lo que hace, si te gusta lo que ves en mis galerías y te interesa contar con mis servicios, ponte en contacto conmigo, algo se podrá hacer al respecto.
Un saludo y, de nuevo, feliz 2013, como si fuera un regalo de Reyes, yo ya estoy loco por estrenarlo!